Abril descubre el mar y los helados de fresa
Editorial: Ediciones Urano
Sello: Titania
Páginas: 288
Abril vive una vida de ensueño, o eso piensa ella. Ha adquirido el pack completo: marido, hijo y deudas en el banco. Cuenta con veinte años de feliz matrimonio junto a su media naranja, Pedro, y con las dos mejores y alocadas amigas que se podría desear: Maura, azafata de vuelos transoceánicos y experta en cruzar meridianos y Susana, abogada de familia con muchas dudas existenciales. De repente, su vida da un vuelco cuando Pedro le anuncia que ha aceptado un puesto de trabajo en Miami… donde ha conocido una nueva ilusión con nombre de mujer.
Mi reseña
En Abril descubre el mar y los helados de fresa nos encontraremos con que se encuentra dividido en 2 partes, la primera con 27 capítulos y la segunda con 28, todos ellos capítulos muy cortos, lo que la vuelven una lectura sumamente ágil, además de que el lenguaje es sencillo y fluido.
En esta historia nos encontraremos con muchas cosas, para empezar la frustración y melancolía que siente Abril tras terminar un matrimonio de 20 años y es inevitable que no nos transmita sus sentimientos al verla pasar por todas las etapas de duelo en la que más que lectores, nos convertimos en sus acompañantes. Y con base a eso, les cuento que cuando un autor nos logra transmitir esas emociones, la melancolía y tristeza, a través de frases o escenas cotidianas, es cuando me hace valorar más la lectura porque podemos ser todo lo empáticos que queramos pero de eso a llegar a sentir una autentica tristeza por un personaje ficticio existe una brecha que no todos los autores logran pasar y eso definitivamente destaco en esta parte de la historia.
Y como en toda tormenta después viene la calma, a Abril esa calma le llegó acompañada de un “yogurín” de 27 años, mismo que conoció gracias a sus inseparables amigas quienes prácticamente la forzaron a volver a sentir la libertad, a que se quitara esas cadenas ficticias que inevitablemente deja un matrimonio tan largo. En cuanto a sus amigas, vamos conociendo un poco de su personalidad a través de los ojos de Abril y la que más me causo ternura fue la querida Susana, con todo y sus dudas se atrevió a ser valiente, al igual que nuestra protagonista.
La verdad es que en cuanto al romance con el “yogurín” Óscar tuve unas pequeñas discrepancias porque hubo partes que me gustaron mucho, que se me hicieron muy tiernas e incluso románticas, la manera en la que él hace que ella se vuelva a sentir atractiva y sobre todo deseable se me hizo muy romántica y ni que decir de las escenas candentes, ¡echaron chispas esos tortolitos! Lo bueno que Abril practicaba Yoga porque si no le hubiera dado un calambre :P
Comentarios
Publicar un comentario